Ya no más fotos de Semana Santa que diría mi querida familia de México. Hoy toca una imagen muy espiritual pero diferente a las de los días anteriores.
Tomada durante un viaje a Egipto para cubrir un reportaje sobre el Ramadán para la revista Altaïr, fué disparada en el Centro Cultural de Assuan durante una representación de un conjunto de derviches danzantes. Estos bailarines giran sobre su eje durante incluso horas al ritmo de la música y llegan a un estado de comunión mística con su dios cercano al éxtasis. Sólo hay que fijarse en la mirada del bailarín perdida hacia un punto en el cielo...
Me encantó la representación de los derviches y además en mi ciudad favorita de Egipto, Assuan, bañada por las aguas del Nilo y rodeada por el desierto.
Nikon D100
Nikkor AF 70-210 f/4-5.6 D
1/80 a f/5.6
ISO 640
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