Está cayendo una nevada impresionante sobre Manhattan (la bautizaron en las noticias de la tele como la Monster Storm) y es tu último día en tu ciudad. ¿ Qué demonios haces ? No es difícil, te abrigas como un inuit de Laponia, te lanzas a la calle como un valiente y corres a refugiarte en cualquiera de los maravillosos museos que inundan la Gran Manzana: el MoMA, el Met, el Guggenheim...
Y eso hicimos nosotros. Nos despedimos de New York pasando la tarde en el MoMA (básicamente fué el escogido porque nos cogía a 2 minutos del hotel) mientras un enorme manto de nieve cubría la ciudad y un gélido viento barria cualquier asomo de entusiasmo ante la idea de dar un último paseo callejero...
Aquella tarde la dediqué a disfrutar del museo (que ya había visitado muchas veces antes) pero, sobre todo, a fotografiar jugando con mi discreta Canon G11 y haciendo fotos a nivel del suelo. Esta fué una de ellas, mientras el guarda de seguridad de la sala me miraba de reojo y debía pensar... "qué tipo más gilipollas"
Canon G11
1/2s a f/2
ISO 80
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