Hoy tampoco me voy a ir por las ramas. Es un día de mierda y ya no te explico para esas familias que tienen víctimas en el accidente del Alvia a Santiago de Compostela. No me apetece nada intentar escribir palabras bonitas o de consuelo que queden bien en mi blog. Nada consolará a esas familias ya después de una noche frenética tratando de saber algo sobre sus allegados desaparecidos o tratando de tener noticias. Noche dura donde las haya...
Desde mi rincón sólo me queda enviar mi consuelo a las familias y quitarme el sombrero ante la solidaridad que ha cundido entre la gente de Galicia y mi admiración para los equipos de emergencia que están trabajando sobre el terreno. Acabo de escuchar en la radio una entrevista a uno de los responsables de los bomberos que trabajan sobre el terreno y sólo el tono de su voz es más que suficiente para hacerse una idea de la magnitud de la tragedia, no hacía falta escuchar sus palabras.
Hoy quiero compartir dos de mis más antiguas fotos hechas en Santiago como humilde homenaje a las victimas. Son viejas, hechas en película y llenas de grano. No creo que sea demasiado importante...
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