Shunka & Varekai

Este pasado sábado, después de varios meses sin un sólo día de fiesta, nos lo pudimos tomar como día libre y nos escapamos a Barcelona a darnos un maravilloso festín para los sentidos. Los que me conocéis, ya sabéis de mi pasión por la cocina japonesa y, en general por toda la comida asiática. Pues bien, fuímos a comer al restaurante Shunka, en la calle Sagristans frente a la Catedral de Barcelona, y allí encontré el nirvana desgustando platitos de erizo de mar, toro, tempuras, kokotxas, bonito... Después, todavía con mis papilas gustativas ovacionando a los cocineros del Shunka, nos fuímos a ver el espectáculo Varekai del Cirque du Soleil. Ya he visto media docena de sus espectáculos y poco más tengo que decir. Para mí representan una combinación sublime de sensibilidad, arte y perfección técnica. El vestuario, la música, y unos maravillosos ejercicios consiguen emocionarme como pocas otras cosas. Sólo ver la boca abierta de nuestra hija Carlota mientras contemplaba el espectáculo ya compensa casi cualquier cosa...