Desde que me dedico a esta profesión siempre me encantó esta definición, lo que significa y lo que implica. ¿Y qué implica? Pues hacer fotografía de bodas en otro destino, viajar a otro país para fotografiar una boda, conocer otras costumbres, otras tradiciones y otros entornos dentro de la profesión que escogí.
Me encantan aunque supongan un esfuerzo extra muy importante respecto a las bodas convencionales sin entrar a hablar lo que supone su contratación (debe contratarte una pareja que puede estar viviendo a 10.000 km de distancia únicamente por el trabajo que han visto a través de tu blog, algunos correos enviados y, como mucho, alguna conversación vía skype). Aparte está la boda en sí... En lugar del día de la boda que suele ocuparte una boda en casa, una boda de destino puede tenerte 6 ó 7 días fuera de casa en los casos más lejanos y toda la logística que implica un viaje de trabajo...
Este año está siendo atípico. Aunque tengamos algunas bodas de destino contratadas (en Reino Unido y Alemania) y otras en fase de "negociación" (México, Argentina, Italia, Portugal, Estados Unidos e incluso... Hong Kong!) las que imperan este año son las bodas de parejas que viven fuera (ya sean españolas, de otros países o parejas mixtas) y que vienen a España a casarse. Trabajaremos con parejas que vienen de Bélgica, Brasil, Francia, Qatar, Reino Unido y Taiwan. Y eso me apasiona. Porque la rutina mata y te acomoda...
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