A veces no llegas a comprender bien los motivos. Puede ser el feeling con la pareja, lo que uno pudiese disfrutar trabajando el día de la boda o simplemente el lazo invisible que sea crea durante las interminables jornadas de edición y postproducción trabajando en cientos de imágenes durante días y días, no lo sé.
Ayer acabé de procesar esta boda, de crear el slide para la pareja y me sentí agotado, vacío, como si ahora necesitase descansar unos días de fotos de boda. Al mismo tiempo, me sentía identificado al máximo, plenamente satisfecho, me encantaba lo que veía y eso no tiene nada que ver con el ego ni nada parecido. Ayer me sentía exhausto pero satisfecho a nivel emocional, independientemente del resultado técnico de las imágenes. Me importa poco el resultado técnico si cuando le enseño el slide a nuestra hija, ella me dice que es su favorito de los que recuerda y unas horas después (es muy fuerte de carácter y muy orgullosa) llega incluso a confesarme que unas lagrimas se le habían escapado viéndolo. Ya estoy tranquilo y satisfecho, no necesito nada más y eso es lo que hace que me guste mi trabajo.
Y ya no os cuento cuando en plena noche recibo un mail de la pareja lleno de emoción, alegría y agradecimiento. Los felices sueños estaban asegurados. Vacío pero contento. Buenos días a tod@s!
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