Fishing in Galata Bridge, Istanbul

Mucha gente me pregunta, ¿ a tí te gusta más la fotografía de viajes que la de bodas ? ¿ te sientes un fotógrafo de viajes disparando fotografías de bodas ? Y yo no acabo de entender esas preguntas ni esas etiquetas, no entiendo exactamente la diferencia...

Yo amo fotografiar, explicar historias con imágenes, explicar cuentos con imágenes. ¿ Qué diferencia existe entre explicar la historia de una ciudad, de unas personas que viven en ella, mi historia y lo que siento cuando viajo por ahí con explicar la historia de una pareja en el día de su boda ? Yo no soy capaz de encontrar grandes diferencias...

Para empezar, una historia debe explicarse con una serie de imágenes. Es realmente difícil explicar una historia con una o unas pocas imágenes por buenas que sean. Nos darán una visión parcial de la historia, aunque es una manera de explicarla. En nuestras vidas todo se está resumiendo en explicarlo todo en una imágen impactante aunque eso no refleje más que lo quiere mostrar el editor.

Una foto de un señor barbudo, con un kalashnikov AK-47 en la mano y gritando o quemando una bandera norteamericana, ¿ es eso explicar lo que es el mundo islámico o lo que sucede en una zona de conflicto ? En mi opinión no, pero ahora todo se consume de golpe, en un sólo flash, una sola foto impactante y espectacular. Yo no quiero explicar historias de esa manera...

Yo quiero ser y me siento un storyteller, ya sea trabajando en una boda, cubriendo un evento político o social, o colaborando con alguna organización humanitaria. 

Storytelling... esa es la palabra o la etiqueta si tuviera que escoger una

Bajo mi manera de ver la fotografía, prefiero varias docenas de imágenes que expliquen la historia real o como yo soy capaz de verla que 3 imágenes aisladas de una gran calidad artística y que ganen un concurso, #etfelicitofill, pero yo no lo veo así. Aunque ambas maneras son respetables y son los espectadores o los clientes los que deben decidir lo que quieren ver y/o consumir.

La foto que incluyo hoy no puede explicar por sí sola ninguna historia, pero para mí, que he visitado Estambul en incontables ocasiones, representa muchas cosas: el olor a pescado y gasoil, los gritos de las gaviotas, el humo de los barquitos de fritangas y el skyline del viejo Estambul con las siluetas de sus mezquitas recortándose contra el cielo...

Canon PowerShot G11

1/30 a f/4 y -0,33

ISO 800

AWB

Procesada con Adobe Photoshop CS4 y plugin Topaz Adjust