Hoy empezamos un fin de semana cargado de actividades, tanto de trabajo como de ocio. Por suerte, esta es una época del año en que ambas cosas pueden coexistir pacíficamente.
Esta mañana toca probar la nueva Nikon D600 que amablemente me han prestado desde el NPS de Nikon para que pueda testearla y aprovecharé para hacer un primer shooting que necesito hacer en Sitges: desde la Ruta de los Americanos (indianos) hasta la Ruta del Modernisme. Espero que me convenza y responda a las expectativas porque su tamaño y peso son muy reducidos y como segunda cámara puede resultar genial. Hoy podré pasar como un turista más disparando de manera discreta.
Mañana tenemos preboda en Barcelona y seguiré con las pruebas de la pequeña full frame de Nikon y, de paso, seguiré con la búsqueda de localizaciones para mi Proyecto Zafón. Será como un preboda de temática Cementerio de los Libros Olvidados...
El domingo también lo dedicaré a callejear la Barcelona de la posguerra, desde el Tibidabo y Pedralbes hasta el castillo de Montjuic pasando por las intrincadas callejuelas del Barri Gòtic y Ciutat Vella.
Pero también habrá tiempo para el ocio! Este finde toca ver el capítulo final de la séptima temporada de Dexter para ver como escapa mi asesino en serie favorito, el All Star Weekend de la NBA (ya sabéis que soy un freaky de este deporte) y seguir leyendo toda la documentación sobre la Barcelona de los libros de Carlos Ruiz Zafón. Weekend muy completito...
La foto que comparto hoy, no tiene absolutamente nada que ver con lo que he estado hablando (soy así de anárquico...) pero me da una serenidad especial. Fué tomada hace ya unos 5 ó 6 años en un ferry local que recorre el río Nilo, yo iba sentado en una banqueta de hierro oxidado junto al protagonista de la foto y él estuvo enfrascado en la lectura de su Corán durante horas sin prestarme la más mínima atención ni a mí ni a los chasquidos de mi obturador al ir tomando fotografías. Pocas cosas me definen mejor como la frase de "vive y deja vivir" y pocas cosas me hacen sentir mejor que la libertad de cada uno de escoger un credo, una religión o lo que sea respetando las decisiones ajenas. Tras charlar con él (finalmente pude hacerlo antes de desembarcar) llegué a la conclusión de que las dos grandes religiones dominantes en este mundo (cristianismo e islamismo) pueden coexistir pacíficamente con todo el respeto mutuo. Eso sólo está en nuestras manos. En las de todos...
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