Hoy es día de #prayforboston

Anoche me volvía a meter en la cama con esa vieja conocida sensación de desasosiego por lo que estaba pasando en la Marathon de Boston. Esta mañana temprano, al instante de poner los pies en el suelo mientras consultaba mi twitter ya me corría ese escalofrío que empieza a ser tan común.

No tengo ya muy claro si se debe tener algún tipo de esperanza en la especia humana (salvo generosos hechos aislados que limpian nuestra imagen) pero lo que si que queda meridianamente claro es que somos un ascazo de especie.

Por si no teníamos bastante con la indignidad de aquéllos que se enriquecen vilmente a costa de la desgracia y sufrimiento ajenos y ni se inmutan por ello como si hubieran nacido con ese derecho adquirido, cada cierto tiempo nos escupe la sinrazón de la violencia indiscriminada, sin sentido y grotescamente absurda.

Las imágenes de las explosiones en Boston, del sufrimiento y estupor de los afectados, de la muerte de seres inocentes incluído un niño de 8 años, de la solidaridad de los que intentan ayudar...

Hoy no me apetece saludar, ni desear feliz día ni nada que se le parezca. No soy creyente pero existen personas a las que este gesto las reconforta y les hace sentir mejor. Sólo por eso, hoy es día de #prayforboston